Por si a alguien le sirve. Esto es para contar que estoy encantada con mi colchón. Por motivos de trabajo y familia suelo dormir en tres camas diferentes, en tres ciudades distintas, de forma regular. Así que puedo comparar los tres colchones muy bien porque noto mucho la diferencia. Una, en un piso de alquiler, con colchón de muelles “barato”. Es donde peor duermo, pero te llegas a acostumbrar. Otra, en un colchón que elegí yo misma, ortopédico de muelles bastante duro de Dormitienda (unos 200 y poco euros hace tres años). Cuando lo compramos genial, ahora me parece demasiado duro (y más estando embarazada de 8 meses, que la tripa reposa como si tuviera una tabla debajo y me da miedo aplastar al bebé). La última, mi “residencia habitual”. Aquí compramos un colchón de muelles y viscolástica de Dormitienda y ES UNA MARAVILLA. No da nada de calor (he leído que la viscolástica da calor). Pues esto es Valencia y con todo te achicharras. Os aseguro que el colchón no me hace sudar. Claro que le hemos puesto una funda 100% algodón y las sábanas las compro de 100% algodón para el verano (se nota la diferencia un montón). Se adapta al cuerpo genial sin ser blando (no podría dormir en uno entero de viscolástica o muelles), y para la tripa de embarazada es mano de santo (me puedo poner más de lado porque no me la comprime y así se me sujeta mejor, en vez de quedar “colgando”). El mayor problema que he tenido en el embarazo es el dolor de espalda y de este colchón me levanto como nueva. Nos costó unos 465 euros hace año y medio. Para mi, una de las mejores compras que he hecho en mi vida. Desventajas: hay que girarlo al menos una vez al mes y sólo tiene viscolástica por una cara, así que no se puede voltear).